Nuestra gestión para la conservación del área del Cañón De Mármol Del Río
Claro Del Norte se inició en 1970, cuando se empezó a construir la autopista
Bogotá-Medellín que cruzo el río cerca del cañón. La construcción de esta
importante vía atravesó la región del oriente antioqueño, un territorio caracterizado
por un conjunto de bosques de gran biodiversidad, entre los que se encontraba el
sistema de bosques húmedos tropicales Kársticos asociados a los yacimientos de
carbonato de calcio, calizas y mármoles.
La región tenía una clara vocación forestal y minera, desordenada sin respetar el
patrimonio biológico, geológico, espeleológico de la región, generando un
profundo cambio en la tenencia de la tierra y de los yacimientos mineros que en su
explotación destruyen los bosques, modificando el paisaje kárstico, sin ninguna
política que obligue a compensar los bosques destruidos con el restablecimiento
de más bosques nativos en la misma cuenca.
El proyecto de conservación del cañón se pudo llevar a cabo, gracias a que
llegamos diez años antes de que terminaran de construir la carretera y pudimos
tomar posesión del cañón, colonizando y comprando las mejoras a los campesinos
que empezaban a talar todos los bosques para establecer pastos para la
ganadería extensiva, que fue el modelo de colonización que se impuso y que
termino por causar la deforestación de casi un 80% de la Cuenca del Río Claro, al
establecerse un sistema de fincas ganaderas, pequeñas y grandes en toda la
región que ha sido el modelo dominante de colonización en el Magdalena Medio,
donde la ganadería extensiva es prácticamente la única actividad económica que
existe, fuera de la minería, las petroleras, y el cultivo de coca por parte de los
grupos de narcotraficantes.