PATRIMONIO GEOLÓGICO

El cañón del río Claro es una gran enciclopedia geológica. Su terreno puede leerse como si se tratara de un gran libro científico y descubrir a ojo desnudo las capas estratigráficas, la topografía y las rocas y todos los sucesos que han conducido a que Colombia tenga las  características geológicas actuales. El paisaje de la Reserva nos cuenta la historia fascinante que ha llevado a la formación de este  territorio natural y exuberante. 

Por ejemplo, la Reserva fue, alguna vez en un pasado muy remoto, una costa de mar somero, bordeada por un arrecife coralino. El origen de mármoles está relacionado con acantilados que formaron la cuenca y las orillas del río a partir de procesos geológicos y biológicos.

También es posible observar la dinámica de la falla Palestina y sus predecesoras, que dejaron múltiples plegamientos con formas inusuales entre las paredes de mármol.  Y por supuesto, las muchas formas kársticas como cavernas, estalactitas, estalagmitas, así como laderas y taludes de mármol que permiten apreciar la competencia entre la erosión del río y el crecimiento de nuevos espeleotemas, que es el resultado de la precipitación química de gotas de agua que caen desde la dolinas altas, formando rocas con formas exquisitas en las áreas bajas.

La Reserva Natural Cañón del Río Claro es un laboratorio al aire libre, que nos permite tener la experiencia vívida de cómo funciona la Tierra. Nos permite reconocer que habitamos un planeta vivo, del cual somos hijos. Pero nos comportamos como los habitantes más dañinos y destruimos el frágil equilibrio natural, en lugar de conservarlo.